Hola amigos overbianos,
En la entrada de hoy voy a tratar de contar lo que fue la última boda en la que hemos tocado. Ésta tuvo lugar en Villanueva de Cordoba, en el Valle de los Pedroches, hace exactamente una semana.
La jornada empezó tempranito pues teníamos que estar en nuestro destino antes del mediodía y tener todo el equipo montado para la hora de comer, pues los novios e invitados tenían prevista su llegada a eso de las 18 horas.
Nuestro compañero Jose Luis Blanco tenía trabajo por la mañana, por lo que decidimos que iríamos Jose Antonio y yo al mediodía y Jose Luis Arce lo recogería a la salida del trabajo.
Como Villanueva de Córdoba está a dos horas y media de camino desde Sevilla, quedamos Jose Antonio y yo a las 10 de la mañana con objeto de cargar el equipo en la over-furgoneta y conducir hasta nuestro destino con hora prevista de llegada a eso de las 14 horas, montar el equipo e irnos a comer y esperar la llegada de los dos Jose Luises del grupo.
Decidimos cargar el equipo completo (subgraves incluidos) pues sabíamos que tocaríamos al aire libre pero no sabíamos las dimensiones del lugar así que con la over-furgoneta a tope nos encaminamos felices hasta Villanueva.
Cuando llevábamos media hora de camino decidimos poner un poco de música en el coche pero el aparato nos pedía una clave que no sabíamos, llamamos a Jose Luis Blanco -propietario de la overfurgoneta- para pedírsela, pero él tampoco la sabía, pues había tenido que efectuar una reparación reciente y se le había desconfigurado. Genial, dos horas por delante de camino y sin música. Menos mal que Jose Antonio arregló la situación poniendo la música que tenía en el móvil a tope.
A las 14 horas en punto llegamos al local de la celebración, El Chaparral (precioso sitio por cierto) y justo cuando nos bajábamos del coche llegó una tormenta de verano y empezó a llover a cántaros. Decidimos cambiar los planes e irnos a comer y luego montar.
Fuimos a un bar que había enfrente al local de la celebración. Pedimos patatas al ali-oli para compartir, flamenquín para Jose Antonio y lomo de cerdo para mí. La cantidad de comida que nos trajeron nos sobresaltó, aquello era una salvajada, aunque despacito y con buena letra conseguimos comérnosla toda. Después la casa nos invitó a un chupito de limoncello y p´alante.
Recién comidos nos pusimos a descargar el equipo de la over-furgoneta y a montarlo en el escenario, pues volvió a salir el sol.
Justo cuando terminamos de montar llegaron los otros dos miembros del grupo, con lo que montamos el amplificador de Arce, hicimos prueba de sonido y empezaron a llegar los invitados, a todo esto eran ya las 19 horas.
A las 20 horas llegaron los novios, Concha y Pedro, nos saludaron y charlaron un poco con nosotros. Aproximadamente a las 20.20 empezamos el primer pase previo acopio de bebidas medicinales para aclarar la garganta, tales como ron, whisky y demás (ésto es muy importante porque si no es imposible afinar las voces).
Rápidamente la gente empezó a participar de la fiesta y bailar al ritmo de los Brincos, los Monkees, Beatles, Rolling Stones, Tequila y demás. Hicimos un buen primer pase y bajamos a seguir aclarándonos la garganta.
La gente nos paraba para felicitarnos en nuestro camino a la barra del bar y Antonio Chaparro, dueño del local y encantadora persona, se mostró entusiasmado con nuestro sonido.
Volvimos al escenario para nuestro segundo pase, en este introducimos algunos temas de los años ochenta y noventa (Alaska, los Secretos, Nacha Pop, etc.) que obtuvieron una magnífica acogida por parte del público, el cual se fue entregando cada vez más.
Cuando el final del pase estaba llegando se nos acercó la novia para contratarnos para un tercer pase. Lo hablamos entre nosotros y decidimos hacerlo, así que descansamos unos 10 minutos que aprovechamos para aclararnos la garganta. Tremendo el mojito con ron blanco que me pusieron, yo que nunca he sido mucho de mojitos creo que me he aficionado a ellos.
Empezamos el tercer pase y desplegamos nuestro repertorio más rockero, mezclando temas de los sesenta y ochenta, Beatles, Miguel Rios, Tequila, Burning, etc. La gente estaba frenética, y para terminar invitamos al escenario a los novios Concha y Pedro a que cantaran con nosotros como broche de lujo a la fiesta.
Pedro, gran fan de los Beatles se marcó "Twist and shout", "Back in the USSR" y "I saw her standing there" y se reveló como un magnífico cantante, creo que ya tenemos un refuerzo para nuestros conciertos por Cordoba.
Llegó la hora del regreso a Sevilla, desmontamos el equipo, entregamos algunas tarjetas a gente que nos las pidieron, nos despedimos de Antonio, dueño del local, y de los novios, a los que deseamos que pasaran una gran luna de miel y mucha felicidad para el resto de sus vidas.
Salimos de Villanueva a eso de la 1 de la madrugada, hicimos un camino de vuelta sin ninguna incidencia, ahora conduciendo Jose Luis Blanco la over-furgoneta y yo de copiloto, y Jose Luis Arce y Jose Antonio en el otro coche.
Llegamos a Santiponce a eso de las 3,30, descargamos el equipo y cada uno a su casa con la satisfacción del deber cumplido, habiendo conocido a gente estupenda y agradeciendo a Pedro y a Concha habernos hechos partícipes de un día tan importante para ellos.
¿La próxima boda? muy pronto, a principios de octubre. Aunque antes habrán otros eventos.